La evolución del IoT en el mundo del transporte ha sido siempre más discreta, o puede que íntima, según se mire. Hasta hace relativamente poco, y al contrario que en otros aspectos tecnológicos relacionados con el día a día, no se veían claros los beneficios del Internet de las Cosas en un medio de transporte.
Pero a medida que avanzamos, aviones, coches, autobuses o trenes están comenzando a obtener beneficio de las nuevas soluciones tecnológicas. Ahora, el concepto de “transporte conectado”, o Connected Transportation, es una realidad que afecta a todo tipo de medios.
Se espera que en los próximos años más de 290 exabytes de datos se produzcan sólo en el sector de los coches inteligentes, por ejemplo. El transporte conectado ofrece grandes promesas: desde una mejora sustancial en la eficiencia del transporte a servicios adicionales que, implementados con otras soluciones IoT, podrían crear un entorno tecnológico apropiado para darle soporte verdadero a la Smart City.