Primero los ordenadores, luego Internet. La tecnología continuó expandiéndose con los dispositivos móviles y, más recientemente, la nube ha revolucionado el sector. Ahora, el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés) se postula como el próximo motor de la economía digital, capaz de cambiar las sociedades tal como las entendemos ahora. Si acudimos al Diccionario de la Real Academia Española, el término tecnología aparece definido, en las cuatro acepciones, como “Conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. Tratado de los términos técnicos. Lenguaje propio de una ciencia o de un arte. Conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales de un determinado sector o producto”.
Ciñéndonos exclusivamente a estas definiciones, se podría pensar que la tecnología solo afecta a un sector industrial muy concreto. Sin embargo, viendo el término como algo más global, y si echamos la vista hacia atrás, descubrimos que todo cuanto conocemos —nuestra sociedad, hábitos y hasta la forma de interactuar los unos con los otros— ha cambiado de forma considerable gracias a la tecnología.
Hace 30 años, los primeros ordenadores empezaban a conquistar el mundo con sus discretas capacidades técnicas. Más tarde vendría Internet y se convertiría en una red omnipresente, que ha llegado a todos lados gracias, en parte, a otro elemento que emergería más tarde: los dispositivos móviles. Una vez se logró alcanzar cada rincón desarrollado del planeta —a través de los smartphones, tabletas y PC— apareció el cloud con sus enormes beneficios en pos de la agilidad para el negocio y el time-to-market.
Ahora, el denominado Internet de las Cosas (IoT) se postula —junto a otras tecnologías complementarias como el machine learning, la inteligencia artificial y el big data— como la próxima revolución tecnológica, que va a provocar numerosos cambios en la sociedad tal y como la conocemos hoy.
Un sector al alza
Pese a tratarse todavía de una tecnología en desarrollo, las cifras reflejan que ya hay más de 4 000 millones de dispositivos conectados en todo el mundo; y para 2020 se espera que esta cifra ascienda hasta los 20000 millones o, lo que es lo mismo, más de 2,6 aparatos conectados por persona.
Compañías como Schneider Electric, en su informe IOT 2020 – Business Report, The future of the Internet of Things: from sensor to business sense, presenta que más del 70% de los encuestados —más de 2 500 responsables de diferentes empresas— predice que el IoT va a abrir una nueva era de oportunidades empresariales. Asimismo, Schneider Electric señala que dos de cada tres empresas se planteaban el uso de soluciones IoT a través de aplicaciones móviles a lo largo del año 2016.
Ante este nuevo paradigma, desde Microsoft buscamos ser un actor impulsor de esta nueva revolución, sinónimo de innovación y transformación, a través del apoyo a distintos proyectos en diversos sectores que suponen un paso más en el desarrollo del IoT.
El IoT afronta un momento clave y se postula como próxima revolución tecnológica
Mantenimiento predictivo
En esta línea de impulsar el desarrollo de la tecnología IoT, junto con Thyssen-krupp hemos presentado recientemente MAX, un proyecto que pretende revolucionar la industria de los ascensores a escala mundial. Se trata de la primera solución de mantenimiento predictivo para ascensores, que además se encuentra potenciada por la tecnología de Microsoft Azure IoT.
Con MAX, los ascensores estarán conectados a Azure, la solución cloud de Microsoft, lo que permite un control preciso de todas sus funciones y un análisis exhaustivo de todos los datos a través de un algoritmo único. El envío de estos diagnósticos directamente al técnico permite orientarle e informarle sobre el estado de todos los componentes del ascensor, incluso antes de que se encuentren fuera de servicio. Gracias a ello, MAX es capaz de reducir el tiempo de inactividad del ascensor en un 50%, lo cual aumenta significativamente la disponibilidad y eficiencia de las ciudades.
Actualmente, en España, que es uno de los países seleccionados para llevar a cabo el programa, ya hay miles de ascensores conectados que envían cada día más y más datos a la nube, lo que impulsa y ayuda a llevar a cabo las expectativas de Thyssen-krupp, que espera conectar 180000 ascensores en todo el mundo antes de 2018.
La bodega del futuro
Otro ejemplo es el caso de la plataforma Cultiva Decisiones de Seresco, una solución que ayuda a optimizar procesos en el ámbito de la viticultura y que se apoya en Microsoft Azure IoT y en los mapas de Bing.
Gracias a esta solución —Cultiva Decisiones— las bodegas que ya hacen uso de su plataforma son capaces de realizar una observación continua del estado de sus viñedos (teledetección, sensores, meteorológica…). Esto, combinado con la aplicación de la inteligencia artificial y el machine learning, consigue, por ejemplo, optimizar decisiones en cuanto a fertilización, control de plagas, recolección y otros aspectos relevantes en el cultivo de la uva, de modo que se obtiene una calidad de producto controlada y repetible.
La plataforma cloud ImagineCare permite dar respuesta al paciente en tiempo real
Atención médica
Otro ejemplo: el sistema sanitario Dartmouth-Hitchcock de Estados Unidos ha lanzado su servicio ImagineCare, destinado a revolucionar el sector médico estadounidense. Está construido sobre las tecnologías de machine learning, big data e inteligencia perceptual de Microsoft, y pone al paciente en el centro del proceso sanitario.
Publicado el 26 de diciembre de 2016 por José Bonnin
Microsoft
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